Además de las proyecciones, el festival ofrecerá actividades en otros espacios de la ciudad. En el espacio BelleArtes se exhibirá la exposición ‘Piratas ayer y siempre’, que muestra los trabajos recopilados por Andrés G. Morcillo sobre carátulas de cassetes y discos elaboradas por amantes de la música.
EXPOSICIÓN PIRATAS AYER Y SIEMPRE…
Espacio Belleartes del miércoles 18 de septiembre al 29 septiembre 2024
Andrés Mandril.
La exposición nos lleva a echar la vista atrás y sacar del olvido aquellas carátulas que, con distintas técnicas como el collage, pintura a bolígrafo, lápiz o rotulador, y alguna más, cada uno y cada una, en una época no tan lejana, creábamos cuando grabábamos una cinta de casete.
Los medios utilizados en la exposición han sido una mezcla de fotografía y escáner. Esta consta de 21 paneles agrupados por temática musical: Rock Americano, Rock Europeo, AC/DC, Celta-Blues-Jazz, Clásica-Fusión, Furia Española, Judas-Maiden, Heavy Alemán, Heavy Americano I y II, Heavy Europeo I, II y III, Heavy Estatal, Metallica-Megadeth, Pop, Punk-Ska I y II, Rock Estatal I y II y un último llamado Mascarón de Proa en referencia a esta singular pieza de los barcos.
La exposición tiene dos objetivos fundamentales. En primer lugar, darle el sitio que se merece a las cintas de casete como formato a la hora de escuchar música. Quizá hayan sido siempre las grandes marginadas de la música. Mientras el LP o el CD recibieron todos nuestros mimos y cuidados, las cintas siempre estaban tiradas por cualquier sitio, metidas fuera de sus cajas en las guanteras polvorientas de los coches o agrupadas sin más en bolsas de plástico o cajas de cartón. Pero la realidad es que eran ellas las que nos acompañaban en muchos de nuestros viajes de vacaciones, a conciertos o en nuestras salidas al campo o a la playa. Si a eso le sumamos las creaciones propias que hacíamos de sus portadas, llegábamos a tener algo mucho más personal. De este modo, las cintas pasaban de ser el casete de un grupo a ser mi, tu o nuestro casete de dicho grupo. Esa personalidad propia nunca nos la ofreció el Lp, por ejemplo.
En cuanto al segundo objetivo, sería hacer resaltar el hecho de que el público, al igual que muchos músicos, ha grabado música antes de todo esto que ahora llaman pirateo. Esta costumbre parte también del uso que le dábamos a las cintas. Todos sabemos que la situación actual de la música es un tanto especial, pero habría que preguntarse si solo los consumidores tienen la culpa de ello. Quizá las grandes multinacionales discográficas con sus políticas de creación de nuevos formatos e instrumentos para acceder a la música tendrían que asumir su parte de responsabilidad ante dicha situación. El hecho de grabar música no es nuevo, lo que sí es nuevo es el cambio del control sobre la música. Para bien o para mal, Internet está en nuestras vidas. Con la red, millones de personas en todo el mundo tienen un acceso más directo a la música. Gente de cualquier parte puede escuchar o conocer a miles de bandas o autores que de otra forma le sería totalmente imposible llegar a ellos. Esto hace que la música pase de estar compartida entre un grupo reducido de gente, como ocurría con el casete, a ser escuchada por cualquiera en cualquier parte del planeta. Esta es sin duda la nueva realidad. ¿No será que lo que les preocupa a esas grandes empresas discográficas es que ellas hayan perdido el control porque este ha pasado a manos de los usuarios?